Los móviles están acabando con la salud mental de los jóvenes... O, no.
Lo más jodido es reconocer la extensión de nuestra ignorancia.
Si los españoles habláramos sólo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar.
– Manuel Azaña
El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra: Todos, en algún momento, hemos sido víctimas del sesgo de atribución que no es sino la manera nerd de darle brillo a algo tan vil, habitual y humano como buscar un chivo expiatorio.
Hay unas cuantas razones por las que atribuir un problema particular a un culpable concreto es maravilloso. La primera es la del sesgo en cuestión que hace muchos años un psicólogo social de primera me ayudó a visualizar con un ejemplo. Cuando estás al volante, tú puedes tener un despiste, un fallito, porque la señal está mal, porque el estado del asfalto, porque la hora del día o de la noche.. pero el otro, el otro es un psicópata al volante al quien deberían retirar el permiso de conducir y, probablemente, encerrar en una celda y tirar la llave al mar. O, lo que es lo mismo, atribuir las causas de los problemas a factores específicos y fácilmente identificables, en lugar de reconocer la interconexión de múltiples elementos es lo que se conoce como el error fundamental de atribución o sesgo de atribución fundamental. Nos lleva a sobrevalorar los factores individuales en detrimento de las circunstancias estructurales. Vamos, que por más que Ortega dijera aquello del que cada uno y su circunstancia, lo cierto es que la circunstancia nos la trae un poco al pairo cuando se nos cruzan en una rotonda.
Esta idea -que tomo con cierta libertad por lo útil que me resulta para entrar en el tema que quiero tratar hoy, talibanes académicos, no alerten sus fusiles todavía- puede ayudarnos a pensar en asuntos sociales complejos para los que la tentación de una culpable concreta es, en ocasiones, demasiado elevada.
Por ejemplo, el caso de la obesidad en España. Se ha culpado repetidamente a la industria alimentaria -que no tiene por qué ser Santa de tu devoción, pero tampoco hay que culpar a la gente antes de tener todas las pruebas- y al consumo de productos ultraprocesados. Hay evidencia de sobra de que estos productos contribuyen al problema.
Si quieres profundizar, una lectura tal vez no trepidante pero sí interesante es el “Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre el impacto del consumo de alimentos “ultra-procesados” en la salud de los consumidores”.
También, sin embargo, sabemos que la obesidad es un fenómeno multifactorial que incluye aspectos genéticos, hábitos de actividad física, educación nutricional, desigualdad socioeconómica y regulación gubernamental. Vamos, que la industria no está, ella solita, hinchádote a dos carrillos con sus productos por mero gusto: hay una oportunidad de negocio, unos estómagos que llenar y unas carteras que vaciar y con qué lo hagamos dependerá de nuestra cultura, política, regulaciones, el viral de turno y, en última instancia, también -no solo- de qué decidamos hacer individualmente.
Afinemos más. ¿Qué hay de la epidemia de obesidad infantil? Hay dos factores potenciales del aumento de las tasas de obesidad en las últimas décadas: o comemos más (un aumento en la ingesta de calorías) o gastamos menos energía en nuestra vida diaria a través de niveles más bajos de actividad. Es probable que ambos elementos desempeñen un papel en el aumento de la obesidad. Para combatir la obesidad, son importantes las intervenciones que abordan tanto la ingesta de energía como el gasto.
Sumérgete en los datos de la epidemia de obesidad en el súper maravilloso y siempre tentador OurWorldInData.
Es más, la evidencia sugiere que factores como la urbanización, la reducción del juego al aire libre y la falta de educación nutricional en el hogar tienen un peso considerable. A pesar de esto, la narrativa política y mediática ha tendido a centrarse en la regulación del marketing de alimentos poco saludables, dejando en segundo plano otros determinantes sociales.
Y, sin embargo, señalar a un único culpable permite construir una narrativa más efectiva en el ámbito mediático y político. Por eso, en parte, creo que no avanzamos: porque no luchamos contra gigantes corporativos sino, más bien, contra un campo de variados molinos perversos.
Luego, claro, está la comunicación.
La simplificación de problemas complejos responde también a las dinámicas de la comunicación mediática. McCombs (2004) decía à propos del agenda-setting que los medios de comunicación destacan ciertos temas y también moldean cómo se interpretan. Al reducir los problemas a “buenos” y “malos”, se facilita su comprensión y se genera mayor impacto emocional.
Uso estas dos viñetas desde hace muchos años en mis clases de comunicación porque permiten entender, de golpe, el valor del marco o framing en comunicación.
Por no hablar de la facilidad de acción política
Encontrar un enemigo claro permite estructurar campañas y regulaciones de manera más efectiva. Esto se alinea con la teoría de la “ventana de oportunidad”, que sugiere que los problemas ganan relevancia política cuando se presentan con soluciones claras y actores concretos a los que responsabilizar.
En Europa, la regulación del tabaco es un ejemplo paradigmático. El tabaquismo incluye factores culturales, psicológicos y económicos pero la legislación ha tendido a enfocarse en la industria tabacalera como el principal o único enemigo, limitando la publicidad y aumentando los impuestos ... pero lo hace ante el pasmoso silencio de los millones de fumadores activos que -y lo digo como exfumador- alguna culpa también tendremos, ¿no? Las medidas contra el tabaco han sido eficaces -¡Hosanna!- pero el consumo de tabaco sigue estando ligado a la desigualdad socioeconómica y otros aspectos que reciben menos atención en la política pública.
¿Estoy negando la mayor con la comida insana, el tabaco y todos los demás males de la opulenta modernidad? NO. NO. NO. Mil veces NO. Estoy apunta a que son problemas refractarios tal vez porque los hemos sobresimplificado y, claro, las soluciones que diseñamos contra un problema incorrecto tampoco me extraña que no funcionen del todo, ¿no?
Ahora sí, móviles, redes sociales y la chavalada.
Buscar un enemigo concreto en problemas sociales complejos es una estrategia que responde a sesgos cognitivos, dinámicas mediáticas y necesidades políticas. Aunque puede ser útil para generar acción regulatoria y concienciación pública, este enfoque tiende a ocultar las interacciones multifactoriales que realmente explican los problemas. Este reduccionismo puede ser efectivo en el corto plazo, pero insuficiente para abordar las raíces estructurales de algunos desafíos.
En este vídeo mojaba la puntita del pie en la oceánica polémica sobre los móviles y los chavales. Viendo, escuchado, leyendo a algunas y algunos progenitores bienintencionados, preocupados al respecto, me hacer recordar la caza de la criatura en uno de mis intentos de tesis en el que analicé Frankenstein o el moderno Prometeo. Creo que hemos sido víctimas de unos cuantos sesgos y encontramos en la demonización de las redes sociales -que tantas cosas buenas y malas han traído a nuestras vidas- un convenientes gigante que nos permite ignorar los molinos que enfrentamos: falta de tiempo durante la crianza, madres y padres sin tiempo para educarnos en cómo educar en un paradigma que nos es absolutamente extraño, empeoramiento de las condiciones materiales para educadores (la ratio, los sueldos), al tiempo que pasamos de creer a pies juntillas lo que decían los profesores a hacer piña con los chavales y demonizar a personas con las que deberíamos coordinarnos en una de las tareas más importantes que jamás nadie tendrá en su vida, acompañar a una futura persona en su desarrollo.
No es solo el pequeño cuñado que llevo dentro, también la temporada entera de Caravana Educativa que me brindó la oportunidad de pasar tiempo con educadores de todo el país y conocer en mucha mayor profundidad sus preocupaciones y problemas reales. Si tienes curiosidad sobre cómo -también- educar de una manera diferente —> Caravana Educativa, con Sara Escudero y Luis Quevedo
¿Son las redes sociales las culpables de todo? ¿Tenemos que prohibir los móviles para salvar a la chavalada?
Todavía no tenemos la evidencia y, aquí ya opino, creo que nunca la tendremos porque el problema es bastante más vasto y jodido que lo que nos habían contado.
Otras cosas que han pasado estos días
He pasado un rato chulo conversando con los compis de “La gran decepción”
Una nueva sesión de las VHIO Talks en La Pedrera
En esta ocasión hablamos de nuevas herramientas en la investigación y desarrollo de terapias contra el cáncer. Me acompañaron en el auditorio de La Pedrera:
La Dra. Alena Gros, jefa del Grupo de Inmunoterapia e Inmunología de Tumores del VHIO. Su investigación está redefiniendo el uso del sistema inmunitario como una herramienta terapéutica contra el cáncer. La Dra. Gros lidera el ensayo clínico NEXTGEN-TIL, el primero en el VHIO en aplicar terapia celular basada en linfocitos infiltrantes de tumores (TIL). Este enfoque busca reprogramar nuestras defensas naturales para atacar tumores resistentes a terapias convencionales. Además, su equipo trabaja en identificar nuevos biomarcadores y fuentes terapéuticas innovadoras como las proteínas no canónicas, abriendo caminos hacia una inmunoterapia más eficaz y accesible.
El Dr. Francisco Barriga, jefe del Grupo de Ingeniería Genómica del VHIO, nos presentará el fascinante mundo de la edición genética aplicada al cáncer. Con su innovadora tecnología MACHETE, desarrollada en el Sloan Kettering Institute, está llevando el estudio de las alteraciones cromosómicas al siguiente nivel. Su objetivo es comprender cómo estas alteraciones, que afectan grandes fragmentos de nuestro ADN, contribuyen al desarrollo y progresión de los tumores, para así diseñar estrategias terapéuticas dirigidas a estas vulnerabilidades genómicas.
La Dra. Julia Lostes, oncóloga médica del VHIO, quien une la visión de investigadora y clínica. Su trabajo en ensayos clínicos de fase temprana nos acerca a terapias avanzadas y tratamientos más personalizados. La Dra. Lostes participa en proyectos innovadores como PragmaTIL y programas de terapias avanzadas que incluyen el uso de vacunas terapéuticas de mRNA y fármacos dirigidos a alteraciones genéticas específicas. Además, su perspectiva sobre el rediseño de los ensayos clínicos para acelerar la llegada de tratamientos a los pacientes será clave para entender cómo podemos salvar más vidas en menos tiempo.
Os lo subiré al pódcast en breve pero, desde ya, podéis apuntaros a las próximas sesiones en esta web.
Una semana más en La Aventura del Saber
En la que os conté algunas historias científicas como:
¿Son los utensilios de cocina de plástico negro (reciclado) realmente tóxicos?
¿Cuándo la ropa dejó de ser solo herramienta para inventar la moda?
Los beneficios ocultos de rascarse cuando pica.
Tienes el segmento entero en la web de RTVE Play.
La semana que viene, aproximadamente, más. Un abrazo. LQ.